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El eterno dilema del buen polvo

El eterno dilema del buen polvo

“Recuerda, el sexo es como una cena china, no se acaba hasta que ambos reciban su galleta de la fortuna” Alec Baldwin

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Paulina Jaramillo
Jul 11, 2025
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El eterno dilema del buen polvo
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man and woman in bathtub
Photo by We-Vibe Toys on Unsplash

¿Existe verdaderamente el buen polvo? O ¿es simplemente un tema de compatibilidades? Hablemos de esto a ver si todos comenzamos a tratarnos mejor en cuanto al sexo se refiere.

Yo en lo personal creo que los polvos buenos o malos dependen de la química, de la atracción y del interés que se le pone al tema y por lo tanto lo que para algunos es muy bueno puede no serlo para otros pero hay matices, varios matices.

Comencemos por decir que todo polvo en el que una de las dos personas se comporte como una estrella de mar sobre la playa será siempre catalogado como un mal polvo. Eso de pretender que se lo coman a uno sin uno hacer nada es una pereza inexcusable que no cae bien en el otro.

Dicho esto y poniendo muy en relieve que estoy hablando de polvos consensuados y donde ambos quieren y tienen ganas y aclaro también que no hablo de primeros polvos porque ese es otro universo en sí mismo.

Comienzan otros matices. Primero el cuerpo, hay gente que se siente muy incómoda dentro de su propia piel y a veces el estar desnudo con un desconocido es una tarea difícil. Para estos casos debo recordarles que cuando uno quiere tener sexo con alguien es porque esa persona le gusta o le despierta mucho deseo sexual y eso incluye el cuerpo. Puede ser difícil pero no creo que sea motivo para catalogar a alguien de mal polvo, quizás solo hay que ayudarlo a que se relaje. Desde hablarlo, decirle piropos si notamos su timidez, hasta ofrecerle un trago o una aromática de manzanilla, lo que sea que le guste a la persona. (Y muy importante que todo incluya el consentimiento de la persona).

Segundo, lo que nos gusta en términos sexuales. Las experiencias de vida son muy variadas y la gente ha tenido muchos tipos de experiencias y ha definido sus gustos en la cama, por ende si nos gustan cosas específicas y no las pedimos pues el otro no tiene un bola de cristal para saber que quiere esa persona. Hay que decir las cosas, hay que pedir, hay que guiar, uno no viene aprendido y menos en este terreno. Ahora, si lo que pides es algo que al otro no le gusta o no lo hace sentir cómodo pues puede que sean incompatibles en la cama y eso es normal. Eso no hace a ninguno de los dos mal polvo, simplemente incompatibles.

Tercero, las ganas con las cuales uno se come al otro. Yo considero que el sexo debe pensarse un poco como la comida, uno debería comerse al otro con ganas, con detalle, con dedicación y eso es interpretado por el otro quien a su vez ve sus ganas exponenciadas. Es en las ganas que uno demuestre que las cosas adquieren el tinte de

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